Tal parece que la Iglesia Católica no ha cambiado en nada desde los tiempos de la Inquisición, la Conquista de América y los Golpes de Estado, la única diferencia es que gracias a Dios, el poder de esta institución ya no es la misma. Las escuelas católicas no solo hicieron campaña en contra del Matrimonio Gay, sino que además incitaron a niños a concurrir a la Marcha en Contra del Matrimonio entre personas del mismo sexo.
Algunos Institutos privados Católicos, promovieron a los alumnos a que concurran a la Marcha en Contra del Matrimonio Gay que se está llevando a cabo en la Plaza del Congreso de la Nación, no pasando la falta para todos aquellos que concurran a la Manifestación Discriminatoria previo envío de un simple correo electrónico, lo cual hace acordar al «Choripán y la Coca-Cola» de otras manifestaciones políticas.
En las Escuelas Privadas Católicas, los maestros incitaron a los niños, a concurrir a la marcha organizada por la gente que no cree que las personas homosexuales tengan los mismos derechos que las heterosexuales, y creen que dos hombres o dos mujeres no pueden criar un niño.
Los manifestantes mostraron carteles tales como «Queremos papá y mamá», «Viva la familia» y «Decimos sí a la verdadera familia», no solo negando la Ley por la Igualdad sino que también negando que dos hombres o dos mujeres que se aman profundamente puedan ser considerados familias.
Por suerte para todos los que creemos en una sociedad justa, igualitaria y libre de prejuicios y de interferencias de creencias particulares la lucha en contra del matrimonio gay es una guerra perdida. Como lo fueron todos los intentos de esta misma clase de personas en contra del divorcio, el voto femenino y otras demandas que las sociedades reclaman y más tarde o más temprano terminan por satisfacer.