La historia del automóvil comienza a desarrollarse entre 1769 y 1860 con diferentes inventores y combustibles, y la primera «Carrera de Carruajes sin Caballos», organizada por el periodista Pierre Giffart, tuvo lugar el 22 de julio de 1894 en la ruta entre París y Rouen, Francia. Si bien en principio el vencedor había sido el Conde Albert de Dion, fue descalificado y las marcas ganadoras fueron Peugeot y Panhard et Levassor.
Las primeras carreras de autos se celebraron a finales del siglo XIX, estando ligadas al nacimiento y desarrollo de la automoción. En un principio más que competiciones se trataban de aventuras llevadas a cabo por los sectores más adinerados de la sociedad, que eran los únicos que podían permitirse el lujo de adquirir un vehículo.
La «Carrera de Carruajes sin Caballos» (Concours des Voitures sans Chevaux) organizada por Pierre Giffart, parodista de Le Petit Journal, que tuvo lugar en la ruta entre París y Rouen abarcando unos 127 kilómetros el 22 de julio de 1894 es una de las primeras documentadas de la historia del automovilismo.
Esta carrera contó con 21 participantes, de los cuales 13 eran propulsados a gasolina y 8 a vapor. Si bien el vencedor había sido el vehículo movido a vapor construido por De Dion y Bouton del Conde Jules-Albert de Dion tardando 6 horas y 48 minutos a una velocidad de 19 km0h, fue descalificado por tener un fogonero que estaba prohibido. Georges Lemaître con un Peugeot llegó 3’30» más tarde, seguido por René Panhard y Émile Levassor con un Panhard.
Al año siguiente el Conde De Dion decidió organizar la primera competición cronometrada de la historia. La misma se corrió en junio de 1895 entre París – Bordeaux – París abarcando 1.200 km. Esta se efectuó para probar la eficiencia de los vehículos sin caballos y el ganador fue Émile Levassor en un coche Panhard et Levassor, tardando 48 horas y 42 minutos en alcanzar la meta a una velocidad media de 25 km/h. Ese mismo año, el 12 de noviembre, Dion creó el Automobile Club de Francia, primer club automovilístico del mundo.
