Juan Bautista María Vianney, patrono de los sacerdotes católicos

San Juan Bautista Maria Vianney es patrono de los sacerdotes. El 4 de agosto el santoral católico le rinde homenaje al popular cura de Ars.

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Juan María Vianney es un Santo Cura de Ars. El 4 de agosto de cada año, en el aniversario de su muerte, el Santoral Católico le dedica el día del calendario.  Sus restos incorruptos se encuentran en el gran santuario dedicado a él en Ars-sur-Formans. En 1925 el Papa Pío XI lo canonizó y del 19 de junio de 2009 al 11 de junio de 2010 Benedicto XVI proclamó un año completo dedicado al cura, nombrándolo patrono de todos los sacerdotes católicos.

Juan Bautista María Vianney nació en Dardilly, Lyon, Francia, y fue el tercero de seis hijos de la familia campesina. Sus padres fueron Matthieu Vianney y Marie Beluze.

Juan María Vianney comenzó a cursar en la escuela comunal, pero cuando el cura de Ecully, M. Balley abrió una escuela para aspirantes a eclesiásticos, fue enviado allí.  Sus maestros nunca dudaron de su vocación, pero los estudios se le hicieron muy difíciles, especialmente en latín. Matthias Loras, más tarde ordenado obispo de Dubuque, lo ayudó en sus estudios.

Si bien fue dispensado del servicio militar en calidad de aspirante a sacerdote, en 1809 fue llamado a filas, pero el 6 de enero de 1810 deserta y bajo a identidad de Jerónimo Vincent se ocutó en los bosques del Forez.  Liberado de su situación irregular por el enrolamiento anticipado de su hermano menor, regresa a casa del párroco Balley en octubre de 1810, recibiendo el 28 de mayo de 1811 la tonsura.

El 13 de agosto de 1815 fue ordenado sacerdote por Monseñor Simon y enviado a Ecully como ayudante de M. Balley, su protector. Tras la muerte de Balley, en 1818 fue nombrado párroco de Ars, en donde se hizo conocido en toda Francia y el mundo cristiano.

Vianney fundó una especie de ofanato para jóvenes desamparados llamado «La Providencia». Éste fue el modelo de instituciones establecidas más tarde en toda Francia. Juan María instría a las niñas en el catecismo, siendo sus enseñanzas tan populares que se comenzaron a impartir todos los días ante grandes multitudes.

Cuando no llevaba muchos años en Ars, la gente comenzó a acudir a él a pesar de pertenecer a otras parroquias. Luego comenzaron a visitarlo de lugares distantes, de todas partes de Francia, para finalmente convocar a fieles de otros países.

En 1835 el obispo le prohibió asistir a los retiros anuales porque las almas le esperaban allí. En sus últimos diez años de vida aumentó sus horas diarias en el confesionario, llegando a permanecer 18 hs, dado que su consejo era buscado tanto por fieles como por obispos, religiosos, sacerdotes, pecadores y enfermos.

Juan María Vianney murió el 4 de agosto de 1859 y sus restos mortales incorruptos se conservan en el gran santuario dedicado a él en Ars.

El 3 de octubre de 1874 fue proclamado venerable por Pío IX y beatificado el 8 de enero de 1905. El Papa Pío XI lo canonizó.