En 1883 el Zar Alejandro III le pidió al orfebre Peter Carl Fabergé que hiciera un Huevo de Pascua para su esposa. Como la joya, entregada en 1885 le gustó tanto a la zarina María, comenzó a encargar uno por año y la costumbre fue continuada por Nicolás II de Rusia, su hijo, quien continuó encargando estas obras maestras. El Huevo del Pavo real es uno de los más admirados regalos que joven zar le obsequió a su madre.
Foto del Huevo de Pascua del Pavo de Carl Fabergé.
El Pavo Real es un Huevo de Pascua de joyas, rocas y cristal realizado por Dorofeiev bajo la supervisión de Carl Fabergé encargado por Nicolás II para María Fyodorevna, su madre. El mismo fue entregado en las pascuas de 1908.
La sorpresa que tenía el Huevo de Pascua de Peter Carl Febergé era un Pavo Real mecánico esmaltado en oro sentado en las ramas de un árbol con flores de piedras preciosas. El ave se puede levantar y sacar para que pavonee moviendo su cabeza y abriendo y cerrando la cola.
El Huevo del Pavlo Real estuvo inspirado en el reloj del siglo XVIII de James Cox. El mismo fue ubicado en primer lugar en el Palacio de Invierno y actualmente está en el Museo Hermitage de San Petersburgo, Rusia.
En 1927 el Pavo Real de Carl Faberge fue vendido con otros nueve Huevos Imperiales por Antikvariat a Emanuel Snowman de Wartski en Londres. Luego fue comprado por Hirst en 1935 y después por Maurice Sandoz de Suiza. Posteriormente, en 1955 fue donado a la Fundación Edouard et Maurice Sandoz. Desde entonces solo fue visto seis veces, siendo la última en 2009.
La costumbre de regalarle a María una joya de Huevo de Pascua comenzó en 1985 cuando el zar Alejandro III le pidió a Paul Carl Fabergé la construcción de una pieza. A su esposa le gustó tanto el Primer huevo imperial de gallina que continuó encargando uno cada año.
Nicolás II de Rusia, el hijo de Alejandro III y María Fiódorovna, continuó con esta costumbre, no solo regalándole los huevos de pascua de Carl Fabergé a su madre, sino que también a su esposa Alejandra.
