Ley del Talión: Ojo por ojo, diente por diente

La Ley del Talión es un principio jurídico, cuyo espíritu se representa con el ojo por ojo, diente por diente.

Extremista

La Ley del Talión es un principio jurídico de justicia retributiva en la que se le impone un castigo que identifique el crimen cometido. El «ojo por ojo, diente por diente» constituye el primer intento de establecer relatividad entre el daño producido en un crimen con el daño del castigo, siendo este el primer límite de la venganza. La misma aparece en el Éxodo veterotestamentario y en el Código de Hammurabi de 1792 a.C.

Varios ordenamientos jurídicos se inspiraron en la Ley del Talión, particularmente en la Edad Antigua y Edad Media. Si bien es primitiva, el espíritu de la misma es proporcionar la pena de acuerdo al delito, evitando así una respuesta que pudiera derivar en venganza. Se estima que el hecho de haber sido practicada con barbarie a lo largo de los siglos, no implica el defecto de esta ley, sino que de los aplicadores.

En el Código de Hammurabi de 1792 a.C., la reciprocidad era claramente exacto. Por ejemplo, si la casa construida por un arquitecto de derrumbaba produciendo la muerte del propietario, se aplicaba la pena de muerte. El hecho se acentuaba si moría el hijo, dado que se mataba al hijo del arquitecto.

En otro nivel de penas, se realizaba una mutilación de una parte del cuerpo en proporción al daño causado. Si un hijo golpeaba al padre, se le cortaban las manos, si un hombre le vaciaba el ojo de un hijo de otro hombre, se vaciaba su ojo en retorno. En las penas menores, se debía reparar el daño devolviendo materias primas como plata, trigo y vino. Los autores de robos, conseguían que les corten las manos.

Por su parte, el Antiguo Testamento, en la Ley Mosaica, la Ley del Talión aparece en el Éxodo, el Levítico y el Deuteronomio. En el judaísmo, este principio siguió vigente hasta la talmúdica, cuando los rabinos determinaron que la pena se transformaría en un resarcimiento económico. Por su parte, el cristianismo dejó sin efecto el «ojo por ojo, diente por diente» con el sermón del Monte de Jesús de Nazaret.

En la actualidad, existen varios ordenamientos basados en la «Ley del Talión», especialmente en los países musulmanes.