En el calendario del Santoral Católico, el 28 de octubre está dedicado a san Simón el Cananeo, también llamado el Zelote. Antes de convertirse en uno de los doce apóstoles de Jesús, habría pertenecido al grupo de zelotes que luchaba contra Roma. Predicó el evangelio en Libia, Egipto, y Persia. Murió como mártir en la costa del Mar Negro, probablemente cerca del Cáucaso, en el actual territorio Abjasia.
En los evangelios, Simón recibe diferentes epítetos. Marcos y Mateo lo llaman «Cananeo», probablemente como un gentilicio, indicando que proviene de Canaán, denominación antigua de una región del Próximo Oriente, situada entre el mar Mediterráneo y el río Jordán. Por su parte, Lucas lo define como «Zelote». Cabe señalar que «canoneo» podría ser una transposición al griego de la palabra hebrea para designar al grupo zelotes: «ganaim».
Cabe señalar que los zelotes fueron la facción más violenta del judaísmo de su época, enfrentándose con frecuencia a otras facciones como los saduceos o fariseos, a quienes acusaban de tener «celo por el dinero». Algunos historiadores los consideran como uno de los primeros grupos terroristas, dado que utilizaban el homicidio de civiles que, a su entender, colaboraban con el gobierno romano.
El Santoral Católico recuerda al apóstol Simón el Cananeo el 28 de julio. Sus atributos son un serrucho y una cruz y es patrono de los curtidores y aserraderos.
