El domingo 26 de junio de 2011, los Millonarios recibieron en el barrio porteño de Núñez a los Piratas para disputar el partido de vuelta de la promoción. Faltando escasos minutos para que finalice el segundo tiempo de juego y con el descenso confirmado, un grupo de hinchas del equipo dirigido por Juan José López comenzó una verdadera batalla campal. Debido a los disturbios ocurridos que dejaron como resultado un saldo de 72 heridos, la justicia decidió clausurar el Estadio Monumental de River Plate.
Los hinchas de River Plate protagonizaron una serie de vergonzosos destrozos en el Estadio Monumental Antonio Vespucio Liberti para expresar la indignación que sentían al ver que su club favorito descendió a la Primera B Nacional. Los incidentes comenzaron antes de que se cumplan los 90 minutos reglamentarios y de que el juego se extienda por 3 minutos más, algo que el árbitro ya tenía previsto.
Mientras algunos simplemente expresaban su dolor con lágrimas, otros arrancaron las butacas de las plateas para arrojarlas al campo de juego contra los jugadores de su equipo y del Club Atlético Belgrano, quienes debieron abandonar la cancha rápidamente para evitar ser lastimados. Además, la cafetería del Estadio de River Plate fue prendida fuego y en las calles cercanas al Monumental se libró una guerra entre los fanáticos y la policía.
Tras los incidentes, un fiscal en lo Penal y Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires ordenó la clausura del Estadio Monumental por 30 días. En caso de que esta medida sea oficializada, el fixture de la Copa América 2011 sufrirá algunos cambios dado que varios partidos de fútbol cambiarán de lugar.
Recordemos que con los incidentes ocurridos en la Provincia de Córdoba se discutió si River Plate vs Belgrano debería o no ser disputado con público. Para evitar la bronca de los hinchas Millonarios, se permitió el ingreso de los mismos al Monumental.
