Truco o trato en Noche de Brujas: La leyenda de Jack O’Lantern

Historia del Truco o Trato en la noche de Halloween o Noche de Brujas. Todo comenzó con Jack El Tacaño, más tarde llamado Jack el de la Linterna (Jack O'Lantern).

Extremista

El 31 de octubre se celebra principalmente en Estados Unidos, Canadá, Irlanda y el Reino Unido Halloween, más conocido como Noche de Brujas en los países latinos. La tradición de los niños de ir casa por casa pidiendo golosinas bajo la frase «Truco o Trato», proviene de la leyenda de Jack O’Lanterna, un espíritu maligno que no fue admitido en el cielo por su mal comportamiento ni en el infierno por un trato con el diablo.

Las famosas calabazas talladas en Halloween provienen de una leyenda celta, sobre Jack El Tacaño (Stingy Jack más tarde llamado Jack O’Lantern), un granjero que solía engañar y mentir a vecinos y amigos. Por su conducta, ganó enemistades, y una reputación de persona tan malvada que podría rivalizar con el mismo diablo.

Satanás, quién oyó de él, acudió a comprobar si esta persona era tan mala como se decía. Se disfrazó como un hombre normal y fue a su pueblo para tomar con él y charlar durante largas horas.

Al comprobar su maldad, el Diablo se reveló ante él, y le dijo que venía a llevárselo para que pague por sus pecados. Astuto, Jack le pidió una ronda más y una última voluntad, a lo que Satanás accedió. A la hora de pagar, ninguno tenía dinero, por lo que El Tacaño lo retó a que se convertirse en moneda para pagar la y demostrar su poder. Pero en lugar de pagar con esa moneda, el embustero la metió en su bolsillo, donde tenía un crucifijo de plata. Incapaz de salir, Lucifer aceptó el trato de no molestarlo durante un año a cambio de que lo libere.

Al año siguiente, Satanás regresó por Jack para llevárselo al inframundo, pero nuevamente éste le pidió una última voluntad. En esta oportunidad, le pidió que le alcanzara una manzana situada en lo alto de un árbol, para así disfrutar de la última comida antes del tormento eterno. Cuando el Diablo se encontraba en lo alto, Jack talló una cruz en el tronco para que no pudiera escapar. Una vez más hicieron un trato, Lucifer no volvería por él en diez años y además no podría reclamar su alma para el inframundo.

Al morir, mucho antes de estos 10 años, Jack se preparó para ir al Cielo, pero allí fue detenido por San Pedro quién le impidió ingresar por todos sus pecados y lo que lo envió al infierno. Sin embargo, tampoco pudo entrar al infierno por el trato que había hecho con el Diablo.

Entonces el Diablo lo expulsó de su reino condenándolo a deambular con un nabo hueco con un carbón ardiendo dentro como única luz entre los reinos del bien y del mal. Con el paso del tiempo, Jack el Tacaño pasó a ser Jack el de la Linterna, en inglés Jack of the Lantern, siendo abreviado como Jack O’Lantern. Por esta razón se utilizaban nabos para alumbrar el camino de los difuntos en Halloween, pero luego se cambió por las calabazas porque eran más grandes y fáciles de tallar. Según el mito, colocando estas figuras en las puertas de las casas, se evita que Jack llame a la puerta para proponer truco o trato.

Como en la Noche de Brujas, inicio del año céltico, los espíritus de los difuntos eran libres de vagar por la Tierra, la gente temía que Jack O’Lantern se presentara pidiendo truco o trato. Según la leyenda, era recomendable aceptar el trato sea cual este fuera, dado que de no hacerlo, él usaría sus poderes para maldecir la casa y sus habitantes. De ahí proviene la costumbre de los niños de ir casa por casa pidiendo «Trick-or-treat».

Entre las maldades que suelen hacer lo niños cuando los dueños de casa no acceden a ofrecer un dulce como trato, está el de prender bolsas de papel conteniendo excremento, o tirar rollos de papel higiénico.