Presentación de la Virgen

El 21 de noviembre se celebra la Presentación de la Virgen, conmemorando cuando fue llevada al templo de Jerusalén a los 3 años de edad.

Extremista

Los orígenes de la tradición festiva de la Iglesia Católica de la «Presentación de la Virgen» tiene sus orígenes en el escrito apócrifo «Protoevangelio de Santiago». Según éste, la Virgen María había sido llevada a los tres años de edad al Templo de Jerusalén por sus padres San Joaquín y Santa Ana. En el mismo María fue instruida junto a otras doncellas respecto a la fe de sus padres y sobre los deberes para con Dios.

Cuadro de la Presentación de la Virgen en el Templo por Giotto (1305/1306).

Según este evangelio, María fue destetada al tercer año, y llevada por sus padres Ana y Joaquín al templo para confiarla a la congregación de vírgenes, las cuales pasaban día y noche glorificando a Dios. Cuando fue depositada frente al Señor, la niña subió corriendo las quince gradas sin dudar ni mirar atrás. A diferencia de otros niños, no requirió de la ayuda de sus padres, por lo que no pasó desapercibida.

El hecho llenó a todos de sorpresa, al punto de que los sacerdotes no pudieron contener la admiración. Las palabras de María habrían sido tan dulces, que reconocían la presencia de Dios en sus labios.

La festividad, históricamente, se originó dedicada a la Iglesia de Santa María la Nueva en Jerusalén, en el año 543. En Oriente se viene conmemorando desde el siglo VI, y habla de ello el emperador Miguel Comeno en una Constitución del año 1166.

En 1372, un gentil francés, canciller en la corte del Rey de Chipre, fue enviado a Aviñón en calidad de embajador ante el Papa Gregorio XI. Cuando éste le contó sobre la magnificencia con que se celebraba en Grecia este hecho los 21 de noviembres, el sumo pontífice la introdujo en la ciudad francesa, y Sixto V la impuso en toda la Iglesia Católica.