El Día de Muertos, de origen prehispánico, es una celebración mexicana que tiene lugar el 2 de noviembre de cada año para honrar a los que han dejado la existencia terrenal, coincidiendo con la celebración católica «Día de los Fieles Difuntos«. Las celebraciones comienzan el 1ro de mes, coincidiendo con el «Día de Todos los Santos«. La festividad también es notoria en países de América Central y comunidades de Estados Unidos.
Para los antiguos mesoamericanos, los rumbos destinados a las almas de los muertos eran designados por el tipo de muerte, y no por su comportamiento en vida como en el cristianismo.
Según esta cultura prehispánica, las direcciones que podrían tomar los muertos son:
- El Tlalocan o paraíso de Tláloc, Dios de la Lluvia: A este lugar llegan los que murieron relacionados con el agua, como ahogados, alcanzados por un rayo, por gota, la sarna y los niños sacrificados al dios. Si bien los muertos por lo general eran cremados, los destinados al Tláloc eran enterrados. El Tlalocan es un lugar de abundancia y reposo.
- El Omeyocan, paraíso del Sol, de Huitzilopochtli, el dios de la guerra: Llegaban a este sitio los muertos en combate, las mujeres que morían en el parto y los cautivos que se sacrificaban. El Omeyocan era un lugar de gozo permanente, donde se festejaba al sol con música, bailes y cantos. A los cuatro años de permanecer allí, los difuntos volvían a nacer como pájaros de plumaje hermoso.
- El Mictlán; Llegan allí los que mueren de causa natural, y está habitado por Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl, señor y señora de la muerte. Se trata de un lugar oscuro, sin ventanas y de donde no es posible salir. Para llegar al Mictlán, los difuntos deben cruzar un camino difícil y tortuoso, transitando por distintos lugares durante cuatro años. Finalmente, las almas llegan al Chicunamictlán, donde descansan o desaparecen. Para recorrer el camino, los muertos solían ser enterrados con un perro para ayudarlos a cruzar un río y llegar ante el Mictlantecuhtli. Por su parte, los niños muertos tienen el Chichihuacuauhco, lugar donde se encuentra el árbol cuyas ramas gotean leche.
Además de celebrarse en México, el «Día de los Muertos» también es festejado en paíces de América Central y comunidades latinas de Estados Unidos.
La Unesco declaró el la festividad mexicana del «Día de Muertos» como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
